En 2026 entrará en vigor una nueva subida en las cotizaciones a la Seguridad Social que realizan tanto las empresas como los trabajadores. Así lo marca el real decreto que regula el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), cuyo objetivo es reforzar el Fondo de Reserva de las pensiones, más conocido como la “hucha de las pensiones”. El incremento supondrá, de media, 245 euros anuales por empleado, alrededor de veinte euros más que en 2025.
La clave está en el alza del 0,1% prevista para el MEI, que llevará la cotización específica al 0,9% en 2026. Con una base de cotización media de 2.276 euros mensuales –según los últimos datos de la Seguridad Social, correspondientes a marzo–, la aportación al Fondo de Reserva se desglosará de la siguiente manera: 40,97 euros al año a cargo del trabajador y 204,84 euros que asumirán las empresas. Traducido a mensualidades, el empleado sumará 3,41 euros adicionales y la compañía 17,07 euros, lo que representa un aumento de unos veinte euros por persona respecto al ejercicio anterior.
Aunque se trata de un encarecimiento, las compañías ya lo tenían previsto, dado que este mecanismo se aplica desde 2023 con incrementos progresivos cada año.
Subidas hasta 2030
El MEI es una cotización finalista creada en la última reforma de pensiones con el fin de hacer frente al reto que supondrá la jubilación de la generación del baby boom. Se aplica en todos los regímenes de la Seguridad Social, pero no genera derechos individuales de prestación: todo lo recaudado se destina directamente al Fondo de Reserva.
El calendario fijado en la norma establece que la cuota pasará al 0,9% en 2026; al 1% en 2027; al 1,1% en 2028, y alcanzará el 1,2% a partir de 2029. Es decir, crecerá una décima por año hasta ese límite. Su aplicación se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2050. En este periodo, la parte asumida por los trabajadores aumentará gradualmente hasta un máximo de 0,2 puntos, mientras que las empresas serán las principales aportantes, con hasta un 1% de la cotización.



